Alemania derrotó a Argentina por 4 a 0 en el partido de cuartos de final disputado en el estadio Green Point de Ciudad del Cabo. Los goles de Thomas Müller (3'), Miroslav Klose (68’ y 88’) y Arne Friedrich (74’) pusieron cifras definitivas al triunfo de los germanos, que avanzaron a las semifinales de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010.
El partido comenzó con una Alemania imponente, que dominaba el balón y generaba ocasiones. Pero ni el hincha más optimista de la Mannschaft esperaba que su equipo se adelantase tan pronto. Un magnífico cobro de falta de Mezut Özil encontró a Thomas Müller en el área, quien libre de remató a placer y venció a Sergio Romero cuando apenas transcurrían 3 minutos.
El partido comenzó con una Alemania imponente, que dominaba el balón y generaba ocasiones. Pero ni el hincha más optimista de la Mannschaft esperaba que su equipo se adelantase tan pronto. Un magnífico cobro de falta de Mezut Özil encontró a Thomas Müller en el área, quien libre de remató a placer y venció a Sergio Romero cuando apenas transcurrían 3 minutos.
Los de Diego Maradona acusaron mal el golpe y sufrieron minutos de asedio total, aunque Alemania no reflejaba su dominio en ocasiones claras. Para el cuarto de hora el partido se había emparejado. Aún así, la defensa albiceleste sufría cada vez que Özil o Müller tenían la pelota.Argentina sabía que tenía que marcar rápido para no exponerse a la velocidad alemana a la contra, y desde el minuto 46 fue con todo por el empate. Ángel Di María lo intentó, pero su disparo pasó apenas desviado del marco alemán. Luego Tévez lo buscó, pero Per Mertesacker rechazó su disparo con la cara.
Se olía el gol albiceleste. El portero alemán debió reaccionar con seguridad ante dos disparos, de Higuaín y Di María. Y justo cuando parecía que Argentina lograba el empate, Alemania definió el encuentro con el contragolpe. Tras un excepcional pase de Müller, Podolski se internó en el área, sacó un centro cruzado y Klose, sin marca definió caminando cuando el cronómetro marcaba 68 minutos.
Argentina se derrumbó. Intentó atacar, con más corazón que fútbol, pero no alcanzó. En una excepcional jugada por banda izquierda, Bastian Schweinsteiger dejó sembrados a tres defensores antes de cruzar para Arne Freidrich, que en el primer poste definió con un toque preciso a los 74 minutos.
Cuando el partido expiraba, un desborde de Özil, por la banda izquierda, dejó sólo al gran delantero alemán, que festejó su partido número 100 y se quedó sólo a un gol de Ronaldo en la lista de máximos anotadores en la historia de las Copas Mundiales de la FIFA a los 88'.
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