martes, 6 de julio de 2010

Se exprime la naranja


En un partido de gran intensidad, Holanda derrotó a Uruguay en el estadio Green Point de Ciudad del Cabo. Los Oranje se clasificaron así para la tercera final de una Copa Mundial de la FIFA en su historia.

El partido comenzó muy disputado, con pocas chances para dos equipos que estaban más preocupados por no recibir un gol que por marcar el primero. Apenas tímidas aproximaciones se vieron en esos primeros minutos, con Sneijder intentando asumir la manija del partido para los europeos y Forlán encabezando los ataques charrúas.

El gol llegó de la manera más inesperada, a los 18 minutos Giovani van Bronckhorst recibió una pelota pegado a la banda, levantó la cabeza y mandó un impresionante disparo que se coló porel ángulo superior izquierdo de Fernando Muslera, que alcanzó a arañar la pelota con los dedos pero sólo logró desviarla contra el poste, antes de que besara la red.

Uruguay debió lanzarse al ataque entonces, frente a unos holandeses que parecían muy cómodos con la ventaja en el marcador. Los intentos celestes no fueron demasiado contundentes, hasta que, cuando expiraba la primera mitad, el disparo de media distancia volvió a ser un arma mortal. Esta vez fue Forlán, que mandó un potentísimo tiro, que descolocó a Stekelenburg y entró por el medio del marco holandés para que a los 41 minutos se empardara el choque.

En la segunda mitad el partido se animó, y en minutos consecutivos, los dos guardametas tuvieron que hacer grandes atajadas, hasta que, a veinte del final, Holanda tuvo la suerte de los ganadores, Sneijder mandó un potente disparo, que pasó entre las piernas de Robin van Persie y dejó sin oportunidad a Muslera.

Los charrúas apenas se recuperaban del golpe, cuando Holanda 3 minutos más tarde dió el sablazo definitivo. El omnipresente número 10 Oranje mandó un centro milimétrico a la cabeza de Robben, cuyo remate a la esquina de la portería de Muslera fue incluso superior. Un golazo en toda la regla que le daba la tranquilidad a Holanda.

Esa calma pudo haber sido incluso mayor, pero Robben falló dos mano a mano ante Muslera en los últimos minutos, y Holanda estuvo a punto de pagar las consecuencias. Cuando se había cumplido el tiempo efectivo y Uruguay atacaba con más corazón que orden, Maxi Pereira se encontró con una pelota en la puerta del área naranja y definió como los grandes para poner el difinitivo 3 a 2.

Los últimos segundos fueron cardíacos. Los charrúas empujaron a sus rivales hacia su propia área y mandaron peligrosos pelotazos que, sin embargo, la defensa holandesa supo resolver, para asegurar así el boleto a la final de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010. Allí le espera el ganador del encuentro entre España y Alemania.

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