viernes, 10 de abril de 2009

Te sigo a todos lados


Al grito de "mercenarios", calientes, unos 60 hinchas de San Lorenzo recibieron a su equipo apenas llegado al aeropuerto de Ezeiza. A los jugadores les mostraban billetes. Hubo monedazos, salivazos y patadas al micro. Silvera, Orión, Adrián González y Bergessio, los más apuntados en el hall. Al rato, unos 30 fueron a buscarlos al Nuevo Gasómetro, donde se entrenaron a puertas cerradas bajo la conducción de Alberto Fanesi. Hubo nuevos incidentes con la policía. Una mujer quedó detenida.
El hall del Pistarini, el aeropuerto internacional de Ezeiza, fue un caos. Eran las 10.27 y el vuelo de Mexicana había arribado hacía un ratito nomás. Llegaba un plantel bajo la lupa, el de San Lorenzo, recién eliminado de la Copa Libertadores en San Luis Potosí, con un entrenador (Miguel Angel Russo) renunciado, un presidente (Rafael Savino) a punto de tomarse una licencia, sin Marcelo Tinelli como escudo protector a la vista y... Con unos 60 hinchas muy calientes (aunque no barras) pidiendo corte de cabezas. Y por mano propia... De repente, se abrieron las puertas y comenzó la batahola. Primero verbal, después corporal... "Ahí están, ahí están, los mercenarios que jugaron para atrás...", cantaban mientras, a su vez, mostraban cartelitos escritos a mano con el mismo adjetivo calificativo. Los hinchas no se aguantaron el 0-2 que los dejó temprano sin Copa. Tampoco las expulsiones tontas, como la de Silvera en territorio azteca. Encima, se quedaron sin entrenador en vísperas de un partido clave ante Vélez (domingo 15hs.), donde Alberto Fanesi se tendrá que hacer cargo del asunto. Así las cosas, entre una treintena de policías (con micro propio, casco y escudos protectores), irrumpieron en el hall -entre viajeros ajenos al fútbol- para darle aún más dramatismo al simple arribo de una delegación deportiva. El Cuqui, el capitán Adrián González (fue salivado) y Bottinelli fueron los más buscados. Un héroe como Bergessio, de repente, también cayó en la volteada al señalar a un hincha. En el ida y vuelta, todos perdieron. "Vayan a pelear los premios a la c... de su madre", les gritaban apenas subidos a un Plusmar que no incluyó ni a Russo ni a Savino. "Sáquense la camiseta, désenla a la hinchada, que juega mejor...", les terminaron de cantar. El micro se fue derechito a la práctica en el Nuevo Gasómetro. Allá, en las cercanías del portón de la avenida Perito Moreno, unos 30 simpatizantes los esperaron. Hubo disturbios con la policía. Una mujer quedó detenida en la Comisaría 34°. Los jugadores salieron por la calle Varela. Pero esta noche, deberán volver a concentrar al estadio... Que haya paz.


Olé

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